Eliminación de Verrugas y Lunares

Unidad Láser
verrugas-lunares

Con el paso del tiempo, pueden aparecer en nuestra piel lunares o verrugas que, a pesar de ser benignos e inofensivos,  afean nuestra piel. Una de las soluciones que mejores resultados estéticos proporciona es el láser de plasma, también conocido como plasma pen.

El láser de plasma produce una pequeña lesión superficial en la zona a tratar, de manera muy precisa y totalmente controlada, sin dañar los tejidos circundantes. De ahí la seguridad de este tratamiento. Las lesiones inducidas son del tamaño de la cabeza de un alfiler, y el tejido alrededor y por debajo del punto de impacto no recibe energía y no sufre ningún daño.

Posteriormente, se forma una costra  que se acabará cayendo alrededor de los 7 días posteriores. Una vez se cae la costra, aparecerá una piel sonrosada, que recuperará su aspecto habitual con el paso de los días (depende de la capacidad de cicatrización del paciente tardará más o menos). Es imprescindible el uso de protección solar para evitar hiperpigmentaciones.

Eliminar lesiones, sin dejar marcas en la piel.

Si vas a realizarte el tratamiento eliminación de lunares y verrugas con láser de plasma, es imprescindible una valoración previa por parte de uno de nuestros doctores.

 

Procedimiento

Antes del tratamiento se aplica anestesia tópica o infiltrada dependiendo del tipo de lesión. Posteriormente se delimita y desinfecta la zona y con el Láser se van produciendo de forma muy precisa unas quemaduras superficiales sin daños al tejido circundante. Al finalizar el tratamiento se coloca una crema regeneradora y protección solar total. En las primeras 48 horas se evidencia un edema leve y aparecerán unas costras que irán cayendo a lo largo de los 7-10 días siguientes.

Es importante evitar la exposición al sol directa durante los siguientes 15-20 días después del tratamiento.

Preguntas Frecuentes

A lo largo del procedimiento, los riesgos y el dolor son prácticamente inexistentes. La única eventualidad es la sensación de tirones en la zona tratada. En limitadas ocasiones podría sentirse alguna descarga eléctrica leve, sin embargo, esta estaría relacionada con contactos que el paciente tenga con superficies metálicas, como llaves o monedas.

Este procedimiento no debe ser practicado en mujeres embarazadas o en lactancia. Sin embargo, pueden someterse al mismo una vez terminen de amamantar a su bebé. Además, tampoco se debe implementar en paciente con necesidad de marcapasos cardíaco.

El balón está indicado para personas entre los 18 y 60 años que superen su peso ideal en un 40% (obesidad premórbida), lo que equivale a un sobrepeso de unos 20-25 kg.

Además, este sistema puede aplicarse también en pacientes muy obesos o con riesgos excesivos para intervenciones quirúrgicas agresivas. El uso de este sistema para perder peso antes de someterse a una operación ayuda a reducir los riesgos asociados a la misma.

No se recomienda la colocación del balón a personas con trastornos endocrinológicos o mentales que no les van a permitir seguir una dieta. Tampoco a personas que han sido operadas del estómago, con hernia de hiato o con trastornos severos de coagulación.

En cualquier tratamiento para la obesidad, el ritmo de pérdida de peso gira en torno a 1 Kg. semanal pero depende del cumplimiento estricto de la dieta y del ejercicio físico. Es decir, la implantación de un balón sin más, no supone una pérdida de peso.

El mantenimiento del peso después de la extracción del balón está sujeto al mantenimiento de los hábitos alimentarios y saludables adquiridos durante el uso del balón.